Durante mi estancia en tierras inglesas el pasado julio
tuve el placer de contemplar muchas maravillas, algunas incluso desconocidas
para mí, como son algunas de estas joyas escultóricas que os traigo hoy.
Monumento a la Reina Alexandra, Alfred Gilbert (Londres, 1932)
En mi paseo desde Picadilly Circus hasta el Palacio de
Buckingham tuve la suerte de encontrarme por casualidad con este maravilloso
conjunto monumental realizado en bronce.
En él vemos representadas tres figuras coronadas con los
ojos cerrados, que desde el primer momento nos atrapan con su halo de misterio.
¿Quiénes son? ¿Están dormidos/as? ¿Quién es la figura de menor edad?
Si nos fijamos bien, en el basamento podemos encontrar una
inscripción, que comienza a revelarnos quiénes son estas misteriosas figuras:
“Reina Alexandra. Un tributo del amor del Imperio. La fe, la esperanza y el
amor. Las virtudes que guían a la reina Alexandra”.
De esta manera, como el propio epígrafe nos indica, nos
encontramos ante un monumento conmemorativo en honor a la reina Alexandra de Dinamarca, esposa de Eduardo VII.
En el eje central de la composición encontramos una
figura entronizada, flanqueada por dos personajes femeninos ataviados con
ropajes clásicos, que no son otros que las alegorías de la Fe y la Esperanza.
El personaje central es por lo tanto la alegoría del
Amor, o para ser más exactos de la Caridad, cerrando así la representación de
las tres virtudes teologales. Ésta es acompañada por una figura de menor edad
-como es habitual en las representaciones de la virtud de la Caridad- a la
arropa con los brazos abiertos.
Si quieres ver la ubicación exacta de este monumento haz
clic aquí.
Escultura de la Reina Anne delante St Paul’s (Londres,
1712)
Este conjunto escultórico, realizado para conmemorar la
finalización de la Catedral de St Paul’s, tiene como protagonista a la Reina Anne, monarca reinante en el momento de la conclusión del edificio.
Elegante y majestuosa, se encuentra representada sobre un
podio, portando símbolos de poder tradicionales como la corona, el cetro o el orbe rematado en cruz. Asimismo, colgado del cuello lleva el emblema de la
Orden de San Jorge.
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Reina Anne |
En la parte inferior del podio podemos ver las representaciones
alegóricas de los cuatro territorios que ésta reclamó durante la denominada “Guerra
de la Reina Anne”: Inglaterra, Irlanda, Francia y América. (Si quieres saber
más sobre este conflicto, haz clic aquí).
Estas alegorías femeninas, dispuestas sobre volutas, portan
una serie de atributos particulares. Así, Inglaterra, vestida con pesados
ropajes y con corona de laurel, porta el peto de la diosa Minerva, usado en
este caso como faja, y decorado con el rostro de Medusa. Con la mano derecha
sujeta el tridente, como símbolo del poder marítimo, quedando la izquierda apoyada
sobre el escudo real.
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Alegoría de Inglaterra |
Francia, ataviada con túnica y capa, es fácilmente reconocible
por su casco decorado con la flor de lis. Con la mano derecha sostiene una
porra y con la izquierda la corona mural.
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Alegoría de Francia |
Irlanda, con sus pesados ropajes clásicos y su pecho al
descubierto, se encuentra portando el arpa.
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Alegoría de Irlanda |
Y finalmente América, quizá la más fácil de localizar
debido a su tocado y faldellín de plumas, porta el arco y el carcaj. Pero
probablemente lo que más llama la atención de esta figura es la cabeza barbada
y el lagarto dispuestos a sus pies.
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Alegoría de América |
Para finalizar destacar que el original de Francis Bird fue
sustituido en 1885 por la copia en mármol de carrara que podemos contemplar en
la actualidad.
Próximamente será publicada la segunda parte de este artículo,
en la cual os mostraré otras joyas de las cuales podéis disfrutar en Londres y
alrededores.
Me ha encantado esta primera parte y estoy esperando a leer la siguiente.
ResponderEliminarComo siempre un placer seguir aprendiendo tanto contigo.
Excelente.
Mabel
Qué interesante me ha encantado !
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