viernes, 6 de noviembre de 2015

El descenso a los infiernos: La Quinta da Regaleira

Carvalho Monteiro
El origen de este conjunto, localizado en Sintra (Portugal), se remonta a 1840, año en el cual la Baronesa da Regaleira decide construir su residencia de verano en este emplazamiento excepcional.


En 1893 la quinta pasará a manos de Antonio Augusto de Carvalho Monteiro, quien decide construir un palacete rodeado de fabulosos jardines románticos. Llamado “El Monteiro de los millones”, heredó de sus padres una importante fortuna, que ampliaría con sus negocios de café y piedras preciosas en Brasil.



Este paraíso de cuatro hectáreas diseñado por Luigi Marini se encuentra presidido por un palacio de estilo neomanuelino, donde los elementos fantásticos se mezclan con símbolos masónicos.

Palacio de verano

 Así, en la decoración de las ventanas podemos contemplar la cuerda con nudos, elemento masónico vinculado a la construcción de las catedrales.

Entre bolas isabelinas, decoración de tracería y profusa decoración vegetal, podemos encontrar caracoles, ranas o tortugas, animales propios del entorno de la Quinta.

Elementos masónicos

Subiendo una escalera modernista, llegamos a la terraza panorámica custodiada por quimeras fantásticas entre las que encontramos incluso un canguro, muy en consonancia con el gusto por lo exótico del periodo.

Rematando el conjunto podemos contemplar la cruz de la Orden de los Caballeros de Cristo, a la que pertenecería nuestro “monteiro de los millones”.

Laboratorio alquímico

Sin embargo, probablemente la construcción más llamativa del conjunto sea el pozo iniciático.

Se trata de una escalera en espiral de 27 metros de altura a la que accedemos a través de una puerta que parece sacada de “Indiana Jones y el templo maldito”. 

Así, el visitante comienza su particular “descenso a los infiernos”, basado en la Divina Comedia de Dante, con paradas en nueve rellanos, simbolizando los nueve círculos del Infierno. 

Pozo iniciático

Si finalmente logramos superar nuestro ritual iniciático a través de este particular descenso, llegaremos al fondo del pozo que nos permitirá al acceso a una complicada red de galerías subterráneas. A través de ellas, llegaremos al pozo imperfecto o al lago de la cascada, donde realmente creeremos haber ascendido al Paraíso.

Lago de la cascada

Si todavía tienes ganas de aventura, puedes acceder a las grutas subterráneas, donde no debes olvidar llevarte una linterna, ya que existen tramos de total oscuridad.

Ya en el siglo XX, la quinta pasará a manos de Waldemar Jara d’Orey, quien hará algunos añadidos; y ya en los años 80 a Aoki Corporation, que dejará el conjunto en un estado prácticamente ruinoso.

Por suerte, en 1997 el Ayuntamiento de Sintra adquiere la propiedad, encargándose en la actualidad del mantenimiento y difusión de la misma la Asociación Quinta da Regaleira.


Un lugar de ensueño en un enclave excepcional. Visita obligada si te gustan los cuentos de hadas.


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